Empresario arrolla a mujer y queda libre; otro va a prisión por robar carne

Dos extranjeros y una misma Justicia. Una mujer perdió la vida tras ser embestida por un vehículo cuyo conductor fue liberado dos días después por el Ministerio Público. El lamentable suceso se registró a las 21:30 del pasado lunes 15 de enero, en el kilómetro 39 de la Ecovía, sobre la ruta que une las ciudades de Luque y San Bernardino.

La víctima fue identificada como Irma Beatriz Galeano (35), domiciliada en la zona donde se produjo el accidente. Según relatos de testigos, la mujer retornaba a su casa luego de terminar su jornada laboral, en las inmediaciones.

El presunto autor del hecho es Juan Patrick Delmás Peña (47), de nacionalidad colombiana, con cédula de identidad paraguaya, de profesión empresario. El hombre estaba al mando de un automóvil Audi S line, de color blanco.

Según refirió el conductor en el acta de procedimiento policial, circulaba sobre dicha ruta con dirección a Asunción cuando repentinamente le salió al paso la mujer y el hombre ya no pudo evitar arrollarla, arrojándola sobre el asfalto a más de veinte metros del punto de impacto.

Delmás Peña fue derivado a la Comisaría 1ª de Caacupé, junto con la camioneta y su acompañante, a quienes se les practicó la prueba de alcotest, arrojando resultado negativo.

LO LIBERÓ. Tras el suceso, la fiscala María Angélica Insaurralde había dispuesto la detención de Juan Patrick Delmás Peña; sin embargo, dos días después del lamentable accidente, lo volvió a liberar.

Según se supo, el conductor del Audi sería yerno de Hirán Delgado Puentes, conocido como el Padrillo Republicano, un político colorado de la línea de Honor Colorado.

Alta velocidad. Familiares de la víctima fatal mencionaron que ella siempre era muy cuidadosa para cruzar la ruta en esa zona, por los peligros que conlleva.

Nider Arrúa, cuñado de la víctima, refirió que la principal versión es que el conductor no bajó la velocidad al aproximarse al lugar, ya que es zona urbana y existen varios pasos peatonales.

El hombre afirmó que, según los testigos que se encontraban frente al comercio donde la mujer trabajaba, todos coinciden en que el rodado circulaba a una velocidad superior a los 100 kilómetros por hora, motivo por el cual el cuerpo de la mujer fue lanzado a más de 25 metros del lugar del impacto.

Arrúa adelantó que junto con el abogado de la familia investigarán para que el hecho no quede impune.

El otro extranjero es un argentino que tiene prisión por un robo bagatelario.

 

Denuncian descontrol
Vecinos denuncian el total descontrol que viven en cada verano en la zona donde ocurrió el fatal accidente.

Los pobladores mencionan que están hartos de realizar las denuncias y que las autoridades no intervengan.

“La zona es tierra de nadie en tiempos de verano, en que se juntan los jóvenes para circular como locos con sus autos por la ruta”, indicó un vecino.

 

Le dan prisión por tratar de llevar un vacío de G. 100 mil
Por tratar de llevarse un vacío de G. 100 mil, un ciudadano argentino fue imputado por supuesto hurto por la fiscala María Estefanía González, que pidió prisión, lo que fue concedido por la jueza de Garantías Cynthia Lovera.

La resolución afecta a Sergio Luis Raicovich, un cocinero de 51 años que está desempleado. El mismo deberá permanecer 15 días en la Comisaría 3ª, de Asunción, y luego pasará al penal de Tacumbú.

Según la imputación, el 15 de enero pasado, a eso de las 20.30, Raicovich ingresó a un local de Biggie que queda en Chile y Piribebuy, de nuestra capital.

Dice la fiscala que el hombre fue hasta la carnicería y guardó una pieza de carne entre sus prendas. Cuando iba a salir, sonó la alarma, por lo que tiró la carne bajo el mueble de la caja registradora, y entonces se dio aviso a la Policía.

La carne era un trozo de vacío con valor de G. 100.000. Alega la fiscala que la alarma sonó al ingreso de Raicovich, ya que supuestamente el mismo ya hizo lo mismo en una sucursal.

La fiscala pidió prisión preventiva. En la audiencia, el defensor público Adrián Arévalos solicitó la eximición de medidas, ya que era un caso bagatelario y no había denuncia del propietario.

La jueza decretó la prisión porque era un hecho grave, y había peligro de fuga y de obstrucción de las pesquisas, a más de no tener arraigo.

La defensa estudia apelar el fallo, o pedir una revisión de medidas para obtener la libertad del encausado.

María Estefanía González